ESCAPE ROOM Nº 110
🦜TUCAN CANTU TUCAN CANTU TUCAN CANTU 🦜
📒 DULCE BIENVENIDA 📒
Nuestra segunda visita a Illusion, escape room de Fuenlabrada, después de haber jugado hace casi un año “La Sagra” y siempre es un lujo volver a verlos porque se superan cada día. |
🚪 INMERSIÓN 🚪
En su línea, muy marca de la casa, desenfadado, divertido y que consigue que todos y cada uno de los jugadores se adentren en la historia, en sus detalles y tengan esa curiosidad tan especial de ver que hay detrás de la puerta, que es lo que les depara. |
🌳 AMBIENTACIÓN 🌳
Nos encanta ver la evolución y en esta sala se han superado. Una tematización muy correcta con todos los detalles muy bien cuidados y algún efecto que nos encantó y que creo que ellos disfrutaron más al activarlo y ver nuestra reacción. |
🧔 GAME MASTER 👩🦰
Absolutamente y sin comparación lo que más nos gustó de la sala. Un disfrute constante de risas, alegría y canciones dispares que estuvimos cantando antes, durante y después de la sala. Consigue, con su personaje, crear un ambiente muy divertido que te permite jugar, ayudar y arrancar muchas risas. |
🕹 JUEGOS 🕹
Los juegos tecnológicos y con algún componente mecánico están bastante integrados en la historia. Nosotros elegimos la versión difícil y sin duda supone un reto muchas de las pruebas que ahí encontramos. Eso sí, somos un poco perros viejos e hicimos una “trampita” en uno de ellos que el game master notó e hizo que nuestro pequeño de nueve años jugara libremente destrozando toda nuestra labor y acabando con todos riendo. |
📘DULCE FINAL 📘
Prometemos y amenazamos con volver cuando tengan lista la nueva sala aunque esta vez intentarán matarnos… |
Región de Campeche, México.
Querido arqueólogo,
Como antiguo alumno de mi padre sabrás que era un reputado arqueólogo que dedicó su vida al estudio de la antigua civilización Maya. Pensaba que sólo conociendo con detalle sus secretos, conoceríamos el origen de la humanidad. Pero, en uno de sus viajes a Chichén Itzá, hace casi 50 años, se perdió su rastro durante más de tres meses. Cuando regresó al fin, no era él… Estaba como ausente, se volvió un ermitaño paranoico… Jamás habló acerca de qué le había sucedido en aquella expedición… Sólo repetía una y otra vez una extraña palabra: «Balamkú, Balamkú, Balamkú…»
Durante toda mi vida pensé que mi padre estaba loco, hasta que falleció hace dos meses. Y digo «hasta hace dos meses» ya que, justo en su lecho de muerte, me miró a los ojos y me confesó el significado de esa dichosa palabra. En ese momento supe que se refería a «aquello» que tanto le marcó durante aquella expedición. Y, por la forma en que lo dijo, supe que debía de continuar con su legado. Pero no podré hacerlo sin tu ayuda. Sé que mi padre te enseñó todo lo que sabía acerca de la civilización Maya. Y sé que, juntos, podremos descubrir el secreto de Balamkú.
Reúne a tu equipo y ven a verme. Prometo una buena recompensa si hayamos algo de valor.